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Ejercicios para cada mes

«Vulnerasti cor meum, soror mea...»

Heriste mi corazón hermana mía...

Con esta frase tomada del Cantar de los Cantares, San Francisco de Sales animaba a sus Hijas Visitandinas a robar el Corazón del Divino Rey como lo hacía la Esposa: con uno de sus ojos y con uno de sus cabellos; interpretando "uno de sus ojos" como los grandes ejercicios piadosos en los que se involucra el alma, especialmente en el Augusto Sacrificio del Altar o la adoración al Santísimo Sacramento, incluso los actos heróicos de virtud que suelen presentarse alguna y muy rara vez... pero exhortaba además, a aprovechar la multitud de "sus cabellos" como las innumerables ocasiones que tenemos de practicar las virtudes pequeñas, como la sencillez, la humildad, la cordialidad, etc.

Ofrecemos a nuestros Cofrades algunas propuestas para enriquecer su Hora de Guardia de mes en mes, recordando siempre renovar nuestra disposición interior en nuestros tres ejercicios principales:

 

El Ejercicio mensual con una práctica o alguna serie de pensamientos para reflexionar y la Novena para las fiestas especiales de la Obra.

 

La Hora de Guardia

Hora de Presencia

El reloj marca la hora, es el RELEVO DE LA GUARDIA DEL REY; toma, querida alma, tu puesto de honor alrededor del Santo Tabernáculo, donde el Rey de reyes y Señor de los señores, te espera pendiente de la Cruz.

Sube la pendiente del Calvario, en compañía de tu fiel ángel custodio y póstrate con toda reverencia ante el Trono del Rey, saludándole con la SEÑAL DE LA CRUZ.

En presencia de este Rey Soberano y de su santa milicia, encabezada por Su Madre Santísima, San Juan y Santa María Magdalena, repite despacio y con conciencia la ORACIÓN DE OFRENDA.

Ocupa tu lugar de centinela y desde lo más íntimo de tu corazón, pero con toda la fuerza e intensidad que brotan del fondo, lanza, en unión de todos tus hermanos y hermanas que a la misma hora hacen su Guardia, este grito de guerra:

Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino.

Jesús, manso y humilde de Corazón, haz mi corazón semejante al tuyo.

Virgen Santísima del Sagrado Corazón, protege a la Guardia de Honor.

Comienza tu Hora de Presencia, es decir, tu audiencia con el Rey Eterno.

Presenta a su Corazón adorable las intenciones y necesidades por las que se ofrece tu hora en particular y apóyate en la intercesión del PROTECTOR DE LA HORA y tu ángel de la guarda, concluyendo con un Padre Nuestro y Ave María.

A partir de ahora tu ejercicio es solo amar al Amor…poco más de 50 minutos que te ofrece la Misericordia Divina para hacerle compañía a pesar de tu actividad cotidiana… no le abandones, no te pierdas por negligencia la apertura de la Fuente de la Salud que es su Sagrado Corazón.

Y mientras miras amoroso al Traspasado, pide que su sacrificio no sea estéril para las almas; arráncale al Padre Eterno las gracias de perdón, protección, ayuda y consuelo por medio de la PRECIOSÍSIMA OFRENDA que sale del Sagrado Costado de su Hijo. Ofrece la Sangre y Agua, especialmente por los sacerdotes que celebran la Santa Misa durante tu Hora de Guardia.

Continúa en una dulce y tranquila atención a la presencia de Nuestro Señor, sin violencia, cumpliendo tus deberes habituales a la vista de este tierno Maestro.

De tiempo en tiempo echa una mirada al Corazón de Jesús, tan dulce, tan amante, tan abandonado en el Sagrario y dile una jaculatoria o un acto de amor. Ha llegado, casi, el final de la hora, ¿no tienes alguna mortificación que quieras ofrecerle? No importa que sea algo pequeño… aunque no sea más que una mirada curiosa reprimida, una palabra de susceptibilidad no dicha, un movimiento de mal humor dominado.

Termina, oh alma mía, la hora de guardia repitiendo la oración de San Francisco de Sales a la Llaga del Señor, acompañada de un Padre nuestro y Ave María por la intención del Sumo Pontífice. Y después, besando respetuosamente los pies de Nuestro Divino Redentor y habiéndole pedido su bendición, retírate del Tabernáculo, suplicando a los Santos Ángeles continúen cerca de Jesús Hostia, glorificándolo por ti y prométele volver mañana a tu cita de amor con él, Divino Amante, Excelso Amor.

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La Comunión Reparadora

Viernes Primero

Este día señalado por el mismo Jesucristo, según lo manifestó a la Beata Margarita María para que sus devotos desagravien a su Corazón ultrajado por los pecados del mundo debe ser para los asociados de la Guardia de Honor un día de súplicas fervorosas de oración constante, y es de creer que lo sea de bendiciones especiales.

Dos ejercicios públicos unen a los asociados al pie de los altares.

LA COMUNIÓN REPARADORA

En el de la mañana se les ofrece la dicha de sentarse juntos a la Sagrada Mesa, para hacer la comunión reparadora, pedida por nuestro divino Salvador a su fiel amante.

Al finalizar la acción de gracias, al término de la Santa Misa, se dice de forma pausada y devotamente la ORACIÓN A LA LLAGA de nuestro Manual - Compendio.

Además, de la RENOVACIÓN DE NUESTRO COMPROMISO DE AMOR, según la fórmula de los primeros viernes.

EL ACTO DE DESAGRAVIO

En el ejercicio de la tarde, después de una piadosa instrucción y el acto de desagravio contenido en la oración reparadora, y la bendición del Santísimo Sacramento reciben, como dados de Nuestro Señor, los billetes celadores.

Se comienza con la recitación o canto del Himno de la Guardia de Honor, prosiguiendo la instrucción sobre la Asociación y los avisos, recordando especialmente a los Socios difuntos.

Es de desear, como arriba se ha dicho, que se tenga la Hora Santa con la ostensión del estandarte o el Cuadrante de la Guardia de Honor y que antes de finalizar con la bendición con el Santísimo Sacramento, se haga el Acto de Reparación. Si la exposición del Santísimo se tiene los jueves, ésta se termina como queda dicho.

Antes de despedir a los Asociados, se proporcionan los billetes celadores y se comunican los avisos.

¡BENDITAS LAS COMUNIDADES QUE ASÍ HONRAN, AMAN Y REPARAN AL SAGRADO CORAZÓN DEL AMABLE JESÚS!

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La Hora Santa

Meditación de la Agonía en el Huerto de los Olivos

"Espero compasión y no la hay, consoladores, y no los encuentro."

PRIMER CUARTO DE HORA

Es jueves primero del mes, víspera de nuestra comunión reparadora del viernes... y el Divino Prisionero del Sagrario, alma mía, esperando está tu compañía y consuelo. Este Rey de Amor encomendó encarecidamente a Santa Margarita María la meditación de su agonía en Getsemaní, para resarcir el abandono de los discípulos en este paso tan amargo de su Pasión.

Una vez más te invita a atravesar la oscura senda del torrente Cedrón hasta llegar al Huerto, donde desea un momento a solas con su Padre… tratará un asunto importante y te quiere cerca. 

Nunca, alma mía, te canses de contemplar este Misterio del Corazón humano de todo un Dios que expía así tus pecados. Pedro, Santiago y Juan, le siguen hasta internarse en la espesura, más él se aleja un poco, deseando la soledad… pero tú, alma mía, no le dejes, ve tras Él… predilecta eres como los tres apóstoles que se han quedado de centinelas, pero con más responsabilidad por tu consagración al Divino Corazón que esta noche se nota acongojado y triste; con los suyos había hablado de traición, deshonras y muerte… ¿de quién lo diría?, ¿no sería de ti?... Ojalá que nunca se hable de ti en estos términos.

Ahora no le interrumpas, no le importunemos, solo míralo y acompáñalo en silencio… acaba de decir en confianza que “su alma está triste hasta la muerte”, y de pedir que velen y oren haciéndole compañía.

SEGUNDO CUARTO DE HORA

¿Qué son mis tristezas comparadas con la de Jesús?... Solo él puede entristecerse de verdad, al ver a los hombres que tanto quiere en el grave peligro de su infelicidad eterna. Ve a Dios ofendido y a los hombres perdidos por el pecado: esto es un cuchillo de doble filo que se le clava en el Corazón.

Desea la salvación de los hombres, aunque sea tan a costa suya. Y a pesar de la vergüenza que el Señor padeció por nuestros pecados, pidió perdón a Dios, su Padre, por todos ellos, con la misma vehemencia que si fueran suyos.

Una de las razones por las que Jesucristo quiso sufrir dolor en su cuerpo y en su alma fue para demostrarnos que era un verdadero hombre, con nuestra misma naturaleza, que sentía como nosotros la tortura y los insultos, que no era “de bronce y de piedra”, como dice el Santo Job. Esto también puede aprovechar y consolar a los amigos de Dios: cuando sientan la fuerza de sus bajas pasiones, no deben desanimarse y pensar que han perdido la gracia de Dios.

Parece que ya no puede ser mayor su tristeza, pero tú que le conoces, sabes bien que esto no es así Nuestro desagradecimiento, que es lo que más duele a quien da con amor, la hace aumentar. Ve claramente que habrá muchos que no conocerán su esfuerzo en favor nuestro, tantos que no apreciarán, que después de haber dado su sangre para limpiar nuestra inmundicia, aún habría quienes murieran eternamente. Esto hería su Corazón de tal modo que es imposible decirlo con palabras.

TERCER CUARTO DE HORA

Como la tristeza encerrada aún hace más daño al que la sufre, porque busca por donde salir y tener un alivio y un desahogo, cuando el Señor se vio solo en el huerto, lejos de los ocho apóstoles que había dejado a la entrada, rompió a llorar; mostró toda su amargura, deseaba descansar el corazón, consolarse con el amor y la lealtad de los tres discípulos más queridos.

A pesar de tanta tristeza y dolor, esto no impidió que el Salvador se ofreciese con prontitud a la muerte; por obedecer a su Padre y por salvar a los hombres.  Y perseveró haciendo más intensa su oración hasta sudar sangre de sus venas.

El Salvador nos dio un excelente ejemplo de lo que debemos hacer cuando estamos tristes: acudir a la oración. Su naturaleza, débil como la nuestra, rechazaba una cruz tan amarga; pero se postró en oración delante de Dios antes que permitir que su naturaleza cayera. Sabía bien que ni una hoja de un árbol se mueve sin que Dios lo quiera, que todo se ordena a los fines de la providencia divina.

ÚLTIMO CUARTO DE HORA

Y por tercera vez rezó con las mismas palabras. 

No hacen falta palabras nuevas y rebuscadas para dirigirse a Dios, bastan las mismas, tres y muchas veces repetidas para que el Señor nos oiga; perseverantes llamando a su puerta hasta que nos abra; continuos en la oración, y tanto más tiempo cuanto mayor sea la tristeza que nos oprime.

En este comportamiento del Señor podemos advertir dos cosas: que la oración siempre da buenos resultados y nunca se sale vacío de la presencia de Dios porque, aunque no se consiga consuelo, como el Señor apenas lo tuvo, sin embargo se saca fortaleza para vencer cualquier dificultad o tentación.  La segunda cosa es que si bien es necesario descubrir a Dios nuestra tristeza y abrir del todo el corazón como lo hizo el Señor, y como lo hacía David cuando decía “Derramo ante Él mi plegaria, y expongo ante Él mi angustia”, sin embargo, ante la dificultad, es necesario demostrar valentía y hacer frente a los que nos persiguen.

Finaliza esta Hora, alma mía, es tiempo de volver a nuestras ocupaciones habituales, pero no te olvides de los 60 minutos de compañía que has pasado al lado de tu Señor y Maestro en su soledad y abandono. Guarda, en cuanto puedas, en el silencio y recogimiento, está dolorosa, pero extraordinaria experiencia, para que cuando vuelvas al lado de tu Rey la siguiente vez, te entregues más y mejor a su servicio y consuelo.

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Enero

Con San Francisco de Sales en la Llaga del Costado de Cristo

Un Doctor de la Iglesia es un "maestro" en la fe, sus enseñanzas son para los fieles de todos los tiempos.

La eminente doctrina del Santo Obispo y Príncipe de Ginebra, Francisco de Sales, le han otorgado el reconocimiento de la Santa Iglesia como Doctor; y la vivencia de las virtudes más amadas del Corazón de Cristo: la humildad y la mansedumbre, que aprendió viviendo en la llaga del costado del Salvador y que sugiere a todos sus hijos espirituales, le han ganado el apelativo de Doctor de la Piedad, de la Amabilidad y la Dulzura.

Fundador de la Orden de la Visitación, preparó su "Pequeño Instituto" para ser el depósito, el salvaguarda, el relicario del Corazón de Jesús.

No en vano es uno de los protectores de la Guardia de Honor, asociación nacida en el seno de la Visitación. Todo aquel que desee conocer los secretos que encierra el Corazon Divino del Redentor, acuda a la "escuela salesiana" como "Teótimo" o "Filotea" y encontrará la dulzura de la Imitación de Cristo.

NOVENA

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Febrero

En la escuela de la Confianza en el Sagrado Corazón con San Claudio

NOVENA

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Marzo

San José, mártir del Corazón de su Hijo Jesús

NOVENA

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Abril

El Amor Misericordioso del Sagrado Corazón de Jesús

Marie Thèrese Desandais y Benigna Consolata Ferrero

"Decir Jesús y decir Misericordia son la misma cosa".

Terminaba la primera década del siglo XX y el Corazón Sagrado de Jesús vuelve nuevamente los ojos a su amada Visitación en aquellos convulsos años en que se gesta la Primera Guerra Mundial pidiendo GLORIA, AMOR Y REPARACIÓN.

No se olvida de su Francia tan querida, donde halla un alma sensible a su "AMOR MISERICORDIOSO", a quien revelará treinta años antes que a S. Faustina Kowalska los tesoros de gracias y misericordia para los hombres que tiene encerrados en su Corazón.

MARIE THERÈSE DESANDAIS, será el Apóstol del Amor Misericordioso del Corazón de Jesús.

Mientras que MARIA CONSOLATA FERRERO, a su tiempo y en su conflictiva Italia, en respuesta y auxilio al Santo Padre, será nombrada por el mismísimo Corazón Divino: El Apóstol de su DIVINA MISERICORDIA.

 

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Mayo

Nuestra Señora del Sagrado Corazón

DESAFÍO PARA EL MES DE MAYO

El Corazón Sagrado de Divino Salvador rinde homenajes a su Madre Santísima en todo tiempo y lugar. A Sor Benigna Consolata Ferrero, Visitandina del Monasterio de Como en Italia, le propone el siguiente "Desafío" para acompañar durante todo el mes a la Virgen-Madre.

"Es Jesús, el que le propone...

¡Viva la Madre Inmaculada del Cordero Inmaculado!

¡Viva María, la Reina del Sagrado Corazón de Jesús!


¡Estaréis en este hermoso mes, unidos lo más posible en espíritu a vuestra Madre celestial y la daréis todo lo que hagáis, para que Ella misma Me lo presente!

Esta divina Madre hará muy bien vuestro negocio, y antes de ofrecerme lo que le será dado, tendrá buen cuidado de darle la última mano.

Esto os debe animar a poner en Ella, toda vuestra filial confianza y se lo probaréis con rezar todos los días nueve Ave Marías en su honor.

En este hermoso mes, os ocuparéis en hacer que cada día sea una rosa, que podáis ofrecerle a la noche, y tendréis cuidado de quitar bien las espinas del tallo, para que vuestra celestial Madre goce solo del perfume, sin miedo de pincharse.

La rosa será formada del mayor número posible de actos de fidelidad y sobre todo de caridad, y el quitar las espinas consistirá en entregarse a una verdadera mortificación de los sentidos, la que tanto gusta a mi Corazón."

NOVENA

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Junio

Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

NOVENA

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Julio

Las Santas Llagas del Salvador

María Marta Chambón

 

Agosto

Conociendo a Nuestra Fundadora María del Sagrado Corazón

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Septiembre

Acompañando a Nuestra Señora de los Dolores

NOVENA

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Octubre

Santa Margarita, el Apóstol del Sagrado Corazón

NOVENA

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Noviembre

Solemnidad de Cristo Rey

EL SAGRADO CORAZÓN REINA EN MI PERSONA

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NOVENA

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Diciembre

 

Nuestra Señora de Guadalupe

NOVENA

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ADVIENTO

OBSEQUIEMOS UNA COBIJITA DE MIL AVE MARÍAS

ENTÉRATE COMO

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